En el corazón del barrio granadino de La Chana se encuentra El Ancla, un restaurante que se ha convertido en todo un referente de la hostelería local. Al frente del negocio están Antonio y Alejandro Álvarez, dos hermanos que, con pasión, esfuerzo y una visión renovada, han logrado consolidar un proyecto familiar con alma propia.  

La historia comienza en 2019, cuando los padres de Antonio y Alejandro decidieron adquirir el traspaso de un negocio en funcionamiento por jubilación, mientras ya gestionaban otro restaurante en la zona, La Rinconada. El objetivo era claro: ampliar la actividad hostelera en el barrio que tan bien conocían. 

Sin embargo, apenas unos meses después, la pandemia obligó a cerrar las puertas. Lejos de rendirse, la resiliencia de la familia Álvarez fue clave para superar la crisis. Con trabajo constante y una apuesta decidida por seguir adelante, El Ancla volvió a abrir sus puertas con más fuerza que nunca. 

Desde entonces, han pasado cinco años de crecimiento. Bajo la dirección de los hermanos Álvarez, el restaurante El Ancla ha vivido una auténtica transformación, aportando un aire de juventud, innovación y energía al negocio. Hoy, El Ancla es uno de los locales más reconocidos y valorados del barrio, con una clientela fiel y una reputación sobresaliente, respaldada por el boca a boca y excelentes valoraciones en redes sociales. 

En 2024, gracias al respaldo de Garántia, Antonio y Alejandro pudieron adquirir el local donde operaban, accediendo a una financiación en condiciones inmejorables. Esta operación no solo les ha proporcionado estabilidad y seguridad a largo plazo, sino que también les ha abierto la puerta a seguir invirtiendo y mejorando su restaurante. 

El caso de El Ancla es un claro ejemplo del compromiso de Garántia con el tejido empresarial andaluz: apoyar a emprendedores y empresarios que, como los hermanos Álvarez, trabajan cada día por ofrecer lo mejor a su comunidad.